Se diferencia del trastorno fonológico o dislalia ya que en este el niño tiene problemas para producir sonidos, mientas que en el trastorno del lenguaje presenta dificultad en la comunicación. Terapia del lenguaje para niños.
Según la guía para niños con dificultades en el lenguaje (2015) existen dos tipos de dificultades, lenguaje expresivo: palabras habladas, articulación, encontrar palabras, vocabulario, etc. o lenguaje receptivo: entendimiento, recordar, etc. Un niño puede tener una o ambas. Para lo cual es importante hacer una distinción en como tratar cada una de estas.
Las estrategias para trabajar con dificultades lingüísticas receptivas radican en un uso adecuado del lenguaje, el cual no debe ser muy complejo para los niños con el fin de que puedan comprender los conceptos y asimismo seguir instrucciones; en algunos caos puede que el niño o niña no tenga conocimiento sobre las palabras utilizadas debido a que su lenguaje es limitado, por lo tanto, los padres como docentes deben asegurarse de que ha entendido. Se puede pedir al niño que repita la instrucción o preguntarle por la misma, y en caso de recibir una respuesta equivocada identificar el error y brindarle la respuesta correcta. También, es importante hacer uso del lenguaje no verbal como gesticulación con las manos o el cuerpo para apoyar el mensaje y que el niño pueda entenderlo de una manera más precisa. Finalmente, el uso de material visual, como dibujos o imágenes ayuda a los niños a entender mejor nuevo vocabulario y conceptos.
Respecto a las estrategias para dificultades en el lenguaje expresivo, guía para niños con dificultades en el lenguaje (2015), afirma que es importante que el niño o la niña trabajen socializando con otros compañeros en donde se presentan actividades que involucren negociación y colaboración, como juegos de cartas para motivarlos a expresar lo que desean mediane el juego. Otra forma importante de estimular la expresión lingüística es por medio de historias, en donde se le puede preguntar respecto a un personaje o una sucesión de eventos concretos, o también que el niño pueda contar una historia sobre si mismo o inventada para desarrollar su creatividad y la organización de pensamientos. También, se puede estimular su seguridad para hablar, mediante un muñeco el cual puede seguir ordenes o encontrar algún objeto. Es importante resaltar que el padre o docente debe estimular y motivar una respuesta completa del niño cuando dice solo “si” o “no” frente a una pregunta, razón por la que estas deben ser abiertas, y motivarlo a expresar todo lo que está pensando o sintiendo sin temor a equivocarse.
Como recomendación adicional, el padre o docente puede utilizar el arte para estimular varias áreas del lenguaje: para la secuenciación, se pueden hacer ejercicios en donde el niño aprenda alguna canción o siga ritmos con la palmas o instrumentos de percusión. Para el razonamiento verbal: se le puede pedir que describa el procedimiento para hacer algo que le resulte llamativo. Para la escucha: actividades que requieran seguir instrucciones para dibujar algo de su interés. El niño debe disfrutar de su proceso de estimulación y sentirse seguro para expresar lo que desea sin miedo a que se burlen por algún error que pueda cometer. Es importante hacerles sentir seguros y valiosos, corregirlos cuando se equivoquen y escuchar con mucha atención todo lo que ellos tengan para decir.